Turismo en Islandia
Los espectaculares paisajes son el principal atractivo que hay que ver en Islandia, turismo y naturaleza se dan la mano en este país, salpicado de parajes volcánicos y soberbias cascadas. Su incesante actividad eruptiva dota a la isla de multitud de fuentes termales.
Al entrar en Islandia lo hará por Keflavik, donde se sitúa el aeropuerto internacional del país. Desde esta ciudad podrá visitar la Laguna Azul, una piscina termal natural. No dude en bañarse en sus aguas, que son ricas en minerales. La actividad volcánica y geológica del suelo mantiene el agua a una temperatura constante de 40 grados.
En Reykjavik, la capital, encontrará los edificios más notables del país. Destacan la catedral luterana o el edificio del Parlamento. En el Museo Nacional encontrará una espléndida colección de objetos y utensilios que el pueblo islandés ha utilizado a lo largo de los siglos, y varios objetos de la religión y el folklore de la isla, entre los que destaca la puerta de una iglesia del siglo XII que representa una batalla.
Todos los viajes a Islandia que se precien deben incluir una visita a Parque Nacional Vatnajokull, uno de los parques naturales más impresionantes del país. La reserva natural, de más de 48.000 kilómetros cuadrados, incluye el glaciar Vatnajokull, el segundo más grande de toda Europa. Después podrá disfrutar de un agradable paseo en barco por el lago Jökulsárlón, salpicado de icebergs que nacen en el glaciar Breiðamerkurjökull.
Sin duda alguna, las cataratas de Dettifoss ofrece algo único en Islandia: turismo en las cascadas más caudalosas de Europa. Hasta 500 metros cúbicos de agua caen cada segundo por este soberbio salto de agua. También son interesantes las cascadas de Goðafoss, una de las más conocidas del país, cuyo nombre significa “cascada de los dioses”.
En las cercanías del lago Myvatn encontrará uno de los parajes más sobrecogedores de Islandia, creado por las erupciones volcánicas. Los cráteres de Skútustaðir, en las cercanías del lago, se produjeron cuando la lava se fundió con las frías aguas del lago y provocaron explosiones que dañaron el suelo. Por su parte, Dimmuborgir, también en los alrededores, es una enorme extensión de caprichosas formaciones de lava. Antiguamente, los islandeses pensaban que esta era la puerta de entrada al Infierno.
En el pueblo de Akureyri podrá visitar el Museo Etnológico de Glaumbær, que cuenta con una impresionante colección de granjas tradicionales islandesas. Entre estos edificios centenarios podrá descubrir más sobre las tradiciones rurales de este país.
Deildartunguhver es uno de los mejores espectáculos que hay que ver en Islandia. Es la fuente termal más potente de Europa. Los más de 180 litros que nacen en este manantial lo hacen a la impresionante temperatura de 98 grados centígrados. Cerca encontrará la cascada de Hraunfossar, cuya belleza radica en la cercanía con los campos de lava, de los que parece nacer.
Cualquiera de los viajes a Islandia que haga debe pasar por el Círculo Dorado. Una tríada de monumentos naturales de gran belleza: En Thingvellir podrá contemplar las placas tectónicas de Europa y América en tierra firme. Entre ambas forman un sobrecogedor cañón que le dejará impactado; el Geysir es el geiser más antiguo que se conoce, y de hecho, su nombre denomina al común de estas fuentes termales; la cascada de Gullfos es de las más conocidas de Islandia. Cuenta con tres saltos consecutivos de agua.
