Ayuntamiento de Estocolmo
El Ayuntamiento de Estocolmo es uno de los edificios más conocidos de la capital sueca. Su vinculación con los premios Nobel y sus secretos, que nos van descubriendo detalles sobre la historia de Suecia, convierten este edificio en uno de los principales atractivos turísticos de la Bella sobre el Agua.
El edificio del ayuntamiento, llamado en sueco Stadshuset, literalmente la Casa de la Ciudad, fue construido a principios del siglo XX por el arquitecto sueco Ragnar Ostberg, conocido por su detallismo que, por supuesto, demostró en este edificio, su obra maestra.
El Ayuntamiento de Estocolmo se puede visitar, bien por libre, bien a través de una visita guiada que se ofrece cada día en castellano. Panavisión Tours ofrece a sus pasajeros la posibilidad de descubrir este atractivo turístico de la mano de un guía local que irá descubriendo, paso a paso, cada rincón de este maravilloso edificio con detallada minuciosidad. Una visita, sin duda imprescindible.
A primera vista, sorprende la torre que preside todo el edificio, y que alcanza los 106 metros de altura. Desde lo alto de esta atalaya podrá disfrutar de una preciosa panorámica de Estocolmo, con sus islas y la ciudad antigua ante usted.
El Ayuntamiento también destaca por su construcción de ladrillo y aquí es donde empieza a comprenderse el detallismo del arquitecto y su interés por la historia de Suecia. Ostberg basó el diseño de los ladrillos del ayuntamiento en los restos arqueológicos del Palacio Tres Coronas, el palacio real sueco que se incendió en el siglo 1697, construido precisamente con este material. Los ladrillos del antiguo palacio tenían un tamaño distinto al que suele ser usual, así que se tuvieron que fabricar ’réplicas’ de este diseño expresamente para esta construcción. Se estima que se usaron unos 8 millones de ladrillos para levantar el edificio.
Una vez dentro del Ayuntamiento, una de las salas que más llaman la atención es la Sala Azul, donde se celebra el banquete de los Nobel. Aunque curiosamente, el color de este salón no es azul, sino rojo. Su nombre proviene de los planos iniciales, cuando Ragnar Ostberg tenía la intención de cubrir este salón del color azul. Sin embargo, cambió de idea sobre la marcha, encantado por el color bermejo que le daban los ladrillos a la estancia, aunque decidió no cambiar el nombre del salón.
Este salón destaca por su espacio diáfano y por el suelo de mármol. No pierda ojo de la escalera, que Ostberg diseñó con mucho cuidado para que resultase lo más cómoda posible para subir a las damas vestidas de gala, pensando en las fiestas de los Nobel.
El Salón Dorado es otra de las estancias que no puede perderse del Ayuntamiento de Estocolmo. Se trata del lugar donde se celebra el baile de gala de los premios Nobel. Destaca por sus mosaicos de oro que cubren toda la habitación y que están formados por una lámina de oro entre dos cristales que crean el efecto de una pieza completamente de este metal. Hay, aproximadamente, 18 millones de piececitas de este tipo cubriendo las paredes.
Destaca el mural principal, en el que aparece una mujer que representa el lago Malaren, con la ciudad de Estocolmo en su regazo, y Occidente y Oriente a cada uno de sus lados. No pierda detalle de los rascacielos y la Estatua de la Libertad de Occidente y las cúpulas de Santa Sofía, que representan el Oriente. También podrá fijarse en los pequeños errores, producidos por el corto tiempo que tuvieron los artistas para colocar los murales y que se tradujeron en personajes descabezados o mal encuadrados en los mosaicos.
La otra sala que es imprescindible de visitar en el Ayuntamiento de Estocolmo, es la Sala del Concejo, donde se celebran los plenos municipales. Ostberg diseñó esta estancia basándose en los salones de los vikingos, con un techamen de madera que imita las construcciones de aquel entonces. Destaca de esta sala la espectacular acústica, que sin duda, ayuda a los concejales a hacerse oír cuando transcurre una sesión.