Samarcanda
Samarcanda, Uzbekistán, es una de las ciudades que mejor recogen la esencia de la Ruta de la Seda. Esta villa, declarada Patrimonio de la Humanidad, fue en tiempos uno de los puntos más importantes de esta ruta comercial que conectó Asia con Europa durante siglos.
El punto central de Samarcanda es la plaza de Registán. Esta impresionante explanada destaca por las tres madrazas que la flanquean, unas maravillas de la arquitectura tradicional uzbeka, con cúpulas turquesas y mosaicos blancos, azules, verdes y dorados que le maravillarán.
La madraza de Ulugh Beg, en el oeste de la plaza, es la más antigua de todas las de Samarcanda, datada en el siglo XV. Su nombre se debe a su constructor, Ulugh Beg, un gobernante uzbeko que destacó como astrónomo y matemático. De hecho, en la decoración de mosaicos de la madraza podrá admirar numerosos motivos astronómicos.
La madraza de Sherdar es el reflejo casi exacto de la de Ulugh Beg, construida con dos siglos de márgen. La gran diferencia entre una y otra son los dos leones que custodian la entrada de Serdar y que desafían la prohibición islámica de representar animales. En el medio de la plaza, entre ambas hermanas, está la madraza de Tilla-Kari, cuya decoración dorada embriaga todos los sentidos.
De nuevo podrá acercarse a la figura de Ulugh Beg cuando visite su famoso observatorio, uno de los monumentos más interesantes de Samarcanda. En este enorme complejo, hoy convertido en un parque arqueológico, podrá conocer las técnicas y las artes de este importante astrónomo, cuyos escritos llegaron a publicarse en la Europa medieval.
La necrópolis de Shazi Zinda es otro de los puntos especiales de Samarcanda, Uzbekistán. Este impresionante complejo se construyó en torno a la tumba de Qusam ibn Abbas, un primo de Mahoma que trajo el islam a Uzbekistán. Pasee por los impresionantes mausoleos, decorados con cerámica verde y disfrute de uno de los monumentos más impactantes de Samarcanda.
La mezquita de Bibi Khanum es otra de las maravillas de Samarcanda. Este templo fue construido por la esposa de Tamerlán, un importante caudillo del siglo XIV –de hecho, era abuelo del ya mencionado Ulugh Beg-. Bibi Khanum significa “la reina de las mujeres", haciendo referencia a que la esposa del líder uzbeko era la más bella de las mujeres de la época. La mezquita se vino abajo por un terremoto a finales del siglo XIX, aunque su restauración es espectacular y le permitirá disfrutar del esplendor de esta etapa de la historia de Uzbekistán.
Precisamente Tamerlán está enterrado en Samarcanda, más concretamente en el Mausoleo Gur-e Amir. Este importante caudillo uzbeko goza de uno de los mausoleos más espectaculares de todo el mundo, con una gran cúpula y rodeado de suntuosos mosaicos de gran belleza. Este edificio es uno de los hitos más importantes de la arquitectura islámica, que ha sido imitado en decenas de otros mausoleos del mundo.
Otro importante lugar de Samarcanda, Uzbekistán, que no se puede perder es el mercado Siyob. En estos encantadores puestecitos de comida y artesanía podrá disfrutar de la esencia más tradicional del país y descubrir la amabilidad de sus gentes.
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