Bukhara, el tesoro de Uzbekistán - Panavisión Tours

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Bukhara, el tesoro de Uzbekistán

Bukhara tiene alguno de los monumentos más importantes de Uzbekistán

Bujará, o Bukhara, es una de las ciudades más importantes de Uzbekistán y una de las grandes joyas del país asiático, que alberga en su centro histórico un mar de cúpulas glaucas y numerosos monumentos de siglos de antigüedad. Su casco histórico, que forma parte de la Ruta de la Seda, está declarado Patrimonio de la Humanidad.

Uno de los lugares más conocidos de Bukhara es el famoso minarete Kalyan, el más alto de todo el país con 47 metros. Este alminar se ha convertido en el símbolo de toda la ciudad. Construido en el 1127, fue el único edificio que sobrevivió a la toma de la ciudad por las hordas de Gengis Khan. Se dice que el caudillo mongol estaba tan impresionado por su belleza que mandó a sus tropas respetarlo.

A la sombra del minarete de Kaylan podrá encontrar la mezquita Kaylan, que cuenta con nada menos que 288 cúpulas. No dude en entrar al interior del templo para apreciar la belleza de esta arquitectura. Justo enfrente de la mezquita está madraza de Miri Arab, una de las más famosas de Bukhara. En su arquitectura descubrirá los principales elementos característicos de las madrazas de Uzbekistán: los azulejos verdes, blancos, amarillos y azules y las cúpulas de color turquesa que sobresalen del edificio.

En otra de las madrazas de la ciudad, Nadir Divanbegi, encontrará una de las maravillas de la ciudad, un mosaico en su fachada principal que representa a dos aves fénix renaciendo frente al sol. Por otra parte, la madraza de Chor Minor supone una agradable nota discordante con respecto a la arquitectura tradicional de Uzbekistán, ya que su estilo recuerda más al que se puede encontrar en la zona de la India.

Tampoco puede perderse la madraza de Kukeldush, que es la más grande de la ciudad. En su interior podrá encontrar 130 hujras, las dependencias destinadas a los estudiantes que residían en el interior de la madraza. El interior está completamente cubierto de blanco, con lo que es el perfecto ejemplo del “interior blanco” que se puede encontrar en Uzbekistán.

En Bukhara también podrá encontrar numerosas mezquitas. Bolo Haus es una de las más famosas de todo el país por sus impresionantes techos de madera, una verdadera maravilla de la artesanía uzbeka. En la entrada al templo podrá deleitarse con las esbeltas columnas de madera que sostienen el porche de entrada y cuyos capiteles recuerdan a las estalagmitas.

La mezquita de Magoki Attari es otro de los lugares imprescindibles de su visita a la ciudad. Aunque se trata de un edificio austero y sencillo, ha sido lugar de culto tanto para los judíos de la ciudad Bukhara contaba con una importante colonia de hebreos-, como para los zoroatristas en tiempos más antiguos.

El Mausoleo de Ismael Samaní es uno de los edificios más fascinantes de la ciudad. Se trata del mejor ejemplo de la arquitectura árabe del siglo X, que alberga en su interior los restos mortales de Samaní y su familia, uno de los emires uzbekos con más poder en su época. No se pierda el detallismo de su obra que le dejará encantado.

Por otra parte, en la ciudadela Ark, podrá descubrir el lujo con el que vivían los khanes que dominaron la ciudad a lo largo de los siglos. Su construcción se remonta al siglo V y sirvió de centro de poder en Bukhara hasta el bombardeo soviético que asoló la ciudad en 1920.

Bukhara es una de las ciudades que no puede perderse cuando visite Uzbekistán, un auténtico tesoro de este país que sorprende por la cantidad de monumentos que alberga en su centro histórico.