Vladímir, Rusia, la cuna de la cultura rusa - Panavisión Tours

Vladímir, Rusia

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Vladímir, Rusia, la cuna de la cultura rusa

Vladímir forma parte del Anillo de Oro y es una de las ciudades más históricas de Rusia

Vladímir, Rusia es una de las ciudades más encantadoras del país, una villa próspera situada en un nudo de comunicaciones y que forma parte del Patrimonio de la Humanidad por sus Monumentos Blancos, junto con la cercana ciudad de Suzdal, dos ciudades que llegaron a unirse para formar uno de los estados más importantes de la Rusia medieval.

Vladímir forma parte del Anillo de Oro, una ruta turística que recorre el centro de Rusia recorriendo ciudades históricas. Entre los siglos XII y XIV, Vladimir-Suzdal fue el principado más importante de los pequeños estados que por aquel entonces formaban Rusia. De hecho, se considera la cuna del idioma y la identidad de los rusos y eso se deja ver en los monumentos de esta ciudad que, por supuesto, tienen el clásico color blanco inmaculado.

Nada más entrar en Vladímir, le sorprenderá el edificio de las Puertas de Oro. Se trata de las antiguas puertas de la ciudad, construidas al estilo ruso. En aquella época era habitual en el país que las puertas fuesen además un templo, con la obvia intención de ayudarse de los poderes celestiales en la defensa de la ciudad. Hoy en día, las Puertas de Oro de Vladímir es el único edificio de este estilo que se conserva en Rusia, un monumento por tanto de valor incalculable.

Al entrar en el centro histórico de Vladímir, podrá disfrutar de una ciudad vibrante y animada que conjuga su pasado histórico con la modernidad de sus gentes. Entre los monumentos más destacados y de obligada visita destaca la plaza de la Catedral, que tiene dos de estos templos.

La Catedral de la Asunción es la más grande de ellas. Su forma probablemente le recordará a la Catedral de la Asunción del Kremlin de Moscú y lo cierto es que la de Vladímir fue la inspiración para construir la catedral moscovita. Hay que recordar que el principado de Moscú fue una continuación del de Vladímir, y por tanto, es lógico que los constructores de la catedral moscovita pretendiesen inspirar una cierta continuidad en sus construcciones.

Aunque su interior no sea tan espectacular como el de su homóloga en la capital, bien merece la pena visitar este templo que en la Edad Media llegó a ser la Iglesia Madre de Rusia.

La otra catedral que se encuentra en esta plaza es la de San Dimitri. Se trata de un edificio del siglo XII y, por tanto, anterior a la conquista de los mongoles, que tomaron la ciudad en torno a 1240. El edificio sobrevivió y pudo ser restaurado a lo largo de los siglos posteriores. Destacan las excepcionales tallas de su fachada.

En la Plaza de la Catedral encontrará un curioso monumento en el centro. Se trata de un monolito con tres estatuas construido durante el periodo soviético que representan a un antiguo guerrero, a un arquitecto y a un obrero, con las que las autoridades soviéticas quisieron representar la fuerza motora de la ciudad. Sin embargo, el hecho de que estas figuras estuviesen sentadas, hizo que los lugareños las apodasen como “los tres vagos”.

Dejando de lado los lugares más conocidos para el turismo, vale la pena perderse por las callejuelas antiguas de Vladímir, donde se pueden descubrir edificios históricos, aún sin restaurar, que conservan su esencia de hace siglos, y le permiten a uno sumergirse en la vida diaria de esta encantadora ciudad.

Detrás de la catedral podrá encontrar uno de los miradores más encantadores de Vladímir, Rusia. Podrá disfrutar de unas vistas de ensueño con el río Kliazma serpenteando bajo la colina repleta de casas y parquecitos y una enorme extensión de bosques extendiéndose hasta el horizonte. Una vista romántica perfecta para disfrutar de esta ciudad.