Seúl, turismo en la capital de Corea

En Seúl, el turismo le permitirá conocer alguno de los edificios y monumentos más impresionantes de Asia. La capital coreana está plagada de palacios y templos que destilan una esencia oriental encantadora. Pero también es una ciudad moderna y global, con altísimos rascacielos que dan sombra a los edificios centenarios.

Para comenzar a conocer Seúl deberá visitar alguno de sus palacios. En total, en la capital coreana hay hasta cinco palacios que fueron construidos por la dinastía Joseon, que gobernó Corea desde 1392 hasta principios del siglo XX.

Entre ellos destaca el Palacio de Gyeongbokgung, uno de los complejos palaciegos más grandes de todo el mundo. Entre sus murallas podrá encontrar los edificios que hace siglos sirvieron para albergar la corte real coreana. Al cruzar las puertas del complejo, no pierda detalle de los curiosos leones que adornan los edificios y que se han convertido en un símbolo de la ciudad.

No se pierda el Geunjeongjeon, el salón principal donde se reunía la corte, o el elegante estanque cubierto de flores de loto que emana una paz que invita a meditar junto a sus aguas. Tampoco puede dejar de visitar los edificios que albergaban los aposentos de la madre del rey y su esposa, auténticas bellezas de la arquitectura coreana que muestran la técnica de los edificadores del país, como prueba la chimenea Sipjangsaeng-gulttuk.

Gyeongbokgung también es un museo al aire libre donde se exponen algunos monumentos que se han ido recopilando a lo largo de todo el país, como la Pagoda del Templo Gyeongcheonsa o el reloj de agua de Reloj de Agua de Heumgyeonggak, declarados tesoros nacionales.

A pocos pasos del Palacio de Geunjeongjeon encontrará el Museo Folklórico de Corea, que cuenta con reproducciones de edificios y costumbres típicas de Corea. Un lugar para sumergirse en lo más profundo de la cultura coreana. También merece la pena visitar el Museo Nacional de Corea, que cuenta con artefactos y objetos que a lo largo de la historia han ido construyendo la nación coreana.

El Templo Jogyesa es otro de los lugares más interesantes de Seúl. Turismo en este santuario le permitirá conocer el centro del budismo zen en este país asiático. El templo es un remanso de paz en una ciudad vibrante que ha sabido respetar la paz que emana del santuario. Cruzando entre las acacias y pinos que salpican el jardín, encontrará uno de los lugares con más magia del país.

Jogyesa es el centro religioso más importante de Corea, así que no será extraño que cuando visite el templo se encuentre con una ceremonia budista, lo que le permitirá sumergirse en las costumbres religiosas más auténticas del lejano Oriente.

No muy lejos del Templo de Jogyesa está Insadong, el barrio comercial de Seúl. En este distrito encontrará multitud de tiendas tradicionales, casas de té, tiendas de moda e incluso galerías de arte. En resumen, todo lo que pueda imaginar. No podrá marcharse de Seúl, sin subir a lo alto de la Torre Seúl, uno de los edificios más altos de esta ciudad y que le permitirá disfrutar de una de las panorámicas más espectaculares que ofrece la capital coreana.

Por último, desde Seúl podrá dirigirse hasta la frontera con Corea del Norte, en el famoso paralelo 42. Se trata de una zona desmilitarizada y despoblada que le permitirá contemplar el contraste entre las dos naciones. Curiosamente, al ser una región despoblada, ha permitido que florezca la flora y fauna más salvaje de la península de Corea y se convierta en un tesoro natural del continente asiático.