Gran Ducado de Luxemburgo: El Palacio ducal y más - Panavisión Tours

Gran Ducado de Luxemburgo

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Gran Ducado de Luxemburgo: el Palacio Ducal y más

El Gran Ducado de Luxemburgo es el único Gran Ducado que existe en todo el mundo

El Gran Ducado de Luxemburgo es uno de los estados más pequeños de Europa occidental, pero no por ello menos encantadores. Situado en la boscosa región de las Ardenas, este diminuto estado ha estado presente en la vida política de Europa durante más de 500 años.

El Gran Ducado de Luxemburgo es el único país soberano de todo el mundo que goza de la denominación de Gran Ducado. Lo hace desde 1815 cuando se elevó su dignidad desde un simple ducado, aunque no fue un estado de pleno derecho hasta 1867. El actual monarca es el gran duque Enrique de Nassau, que tiene su residencia oficial en el Palacio Ducal, uno de los edificios más importantes de la ciudad de Luxemburgo.

El Palacio Ducal es un imponente edificio gótico en el corazón de Luxemburgo que albergó en un principio el ayuntamiento de la ciudad, y con posterioridad acogió la residencia, primero de los duques y luego de los grandes duques. Entre los muros de este palacio podrá recorrer la historia de uno de los estados medievales más codiciados durante la Edad Moderna.

Pero la compleja historia del Gran Ducado de Luxemburgo es mucho más antigua. Podrá recorrerla desde el principio en el Museo de Historia y Arte. En esta institución se encontrará con diversas piezas arqueológicas de las culturas celta, germánica y romana, que llegaron a habitar esta región de las Ardenas en la Edad Antigua.

Dando un salto en la historia, Luxemburgo fue una importante pieza en el juego de ajedrez que supuso la Edad Moderna en Europa. A lo largo de los siglos XV, XVI y XVII, el ahora Gran Ducado de Luxemburgo –entonces simplemente ducado- formó parte de las grandes potencias europeas que se disputaron Flandes o Borgoña en encarnizadas guerras. Por ejemplo, España llegó a controlar Luxemburgo en varias ocasiones gracias a enlaces matrimoniales.

De hecho, a día de hoy, se puede seguir admirando la huella española en el Gran Ducado de Luxemburgo. En la Ciudad Vieja de Luxemburgo –que forma parte del Patrimonio de la Humanidad- siguen conservándose las casamatas que los soldados españoles excavaron en la ciudad. Esta red de túneles, que aprovecharon las cavernas naturales del Petrusse, está datada en 1674 y convirtió la ciudad en un auténtico fortín. Como ejemplo puede servir que incluso durante la Segunda Guerra Mundial, las casamatas españolas fueron usadas para la defensa de la ciudad.

Los restos de las fortificaciones de Luxemburgo son el mejor ejemplo de la gran cantidad de reinos que llegaron a controlar el país. Cada vez que Luxemburgo cambió de manos, los nuevos señores reforzaron la plaza con nuevas medidas de defensa. A día de hoy, los mejores restos que se conservan son precisamente las casamatas.

Disfrute en el Gran Ducado de Luxemburgo de la fascinante historia de este estado, que ha sabido aprovechar lo mejor de cada cultura que ha ocupado estos frondosos bosques de las Ardenas.