Chamonix, el Mont Blanc espectacular

A la sombra de la montaña más alta de Europa encontrará un precioso pueblecito que ha cautivado el corazón de quienes se han acercado aquí. Chamonix, Mont Blanc ofrece una de las panorámicas más pintorescas del Viejo Continente.

Chamonix es un pueblo francés, situado a pocos kilómetros de la frontera con Suiza. Por esta cercanía, en muchos viajes por el país helvético, se acaba visitando esta ciudad gala y disfrutando del paisaje que rodea la urbe.

En Chamonix el turismo ha sido una de las principales actividades desde el siglo XVIII y no es para menos. En un marco incomparable de belleza natural, podrá contemplar el majestuoso Mont Blanc, con su cúspide perpetuamente nevada y laderas cubiertas de espesas copas de árboles que albergan uno de los tesoros del país helvético.

Durante el siglo XIX y el romanticismo muchos importantes personajes europeos acudieron hasta Chamonix Mont Blanc para disfrutar, no solo del paisaje alpino, también del aire puro y la tranquilidad que se respira bajo el cielo azulado de este pueblecito. Aún hoy en día muchos visitantes acuden a Chamonix para disfrutar de esta libertad, pero la gran mayoría se acercan cuando cae la nieve en las montañas, atraídos por los deportes de invierno.

Chamonix, Mont Blanc es una de las ciudades más conocidas para practicar los deportes invernales, como el esquí. De hecho, los primeros Juegos Olímpicos de Invierno se celebraron en esta localidad en 1924, convirtiendo al pequeño pueblo a la sombra del Mont Blanc en una Meca para los amantes de estos deportes.

Además, Chamonix también ofrece un pintoresco centro urbano que narra el esplendor y la belleza de finales del siglo XIX. Así pues, caminar por las calles y parques de Chamonix, Mont Blanc le servirá para paladear el gusto de la belle epoque en las fachadas de los hoteles y como, poco a poco, van dejando paso a edificios art decó.

Desde Chamonix, Mont Blanc se pueden hacer un sinfín de excursiones al corazón de los Alpes. A los pies de las montañas podrá encontrar alguno de los glaciares más importantes del Viejo Continente. Impresionantes lenguas de hielo que maravillan a los turistas que se acercan a ver estas maravillas de la naturaleza entre las que destaca el Glaciar de Bossons, uno de los más grandes de Europa.