Viajes a Nueva York
Dos viajes a Nueva York nunca son iguales. Como ya dijo Karl Lagerfeld, director creativo de Chanel, “mientras otros lugares tienden a quedarse estancados, Nueva York siempre continúa evolucionando". Ese espíritu de transformación constante se hace patente en el mismo momento en que se aterriza en la gran metrópoli. Nueva York está considerada la ciudad global por excelencia y no es para menos, ya que en sus calles, edificios, parques, y en todo lo que hay que ver en Nueva York la mezcla cultural y la proyección más allá de lo local está presente.
Aunque la ciudad está formada por cinco distritos –Bronx, Brooklyn, Manhattan, Queens y Staten Island-, de todos ellos, en su viaje a Nueva York deberá recorrer la isla de Manhattan, donde se concentran la mayor parte de las atracciones turísticas.
Entre ellas, destacan los numerosos rascacielos. De hecho, en Nueva York se encuentran casi 4.500 edificios catalogados como tal, más que en ninguna ciudad del mundo. El Empire State es posiblemente el edificio más famoso de todos. Lo es por su altura, 443 metros que hicieron que fuera el edificio más alto del mundo hasta la finalización de las Torres Gemelas y después del trágico 11S; por su arquitectura, de estilo art decó; y por sus miradores, en los pisos 86 y 102, que ofrecen las mejores vistas de la ciudad de Nueva York.
El edificio Chrysler es otro de los que no puede dejar de ver. Considerado como un símbolo de la ciudad, fue construido en un característico estilo art decó cuya ornamentación está basada en la estética de los coches Chrysler de principios de siglo. De hecho, los tapacubos de los automóviles fueron la principal fuente de inspiración para decorar este espectacular edificio, y réplicas de los radiadores de los automóviles Chrysler de 1929, a los que se añadieron alas, se encuentran en las esquinas del piso 31. En el 61, además, podrá ver una gárgola con forma de águila.
Otros muchos rascacielos llamarán su atención en sus viajes a Nueva York. Desde el actual edificio MetLife Building, antiguo Pan Am, hasta The Trump Building, la sede la ONU o el más reciente One World Trade Center –el más alto de Estados Unidos-, que forma parte del complejo World Trade Center, en el lugar donde se ubicaban las antiguas Torres Gemelas.
Precisamente, esta zona deberá visitar en su viaje a Nueva York, por su elevado contenido emocional. En él se encuentra el Memorial a las Víctimas y Héroes del 11S, un impresionante monumento que se inauguró el 11 de septiembre de 2011 en el décimo aniversario de la horrible tragedia, y un museo en el que podrá entender un poco mejor el impacto que tuvo el atentado contra las Torres Gemelas para la ciudad y para el mundo entero.
La ciudad esconde mucho más. Paseando por sus calles podrá encontrarse con instituciones de la Universidad de Columbia o el famoso Rockefeller Center, además de algunos de los mejores museos del mundo, como el Metropolitan, el Guggenheim o el MoMA.
Otra de las grandes atracciones turísticas que hay que ver en Nueva York es, sin duda, la Estatua de la Libertad, un símbolo no sólo de la ciudad sino de todo el país y del mundo entero. Ubicada en la isla de la libertad, este monumento fue un regalo de los franceses a EE.UU. en 1886 para conmemorar el centenario de la Declaración de Independencia y como signo de amistad entre los dos países. Al contrario de lo que se cree, las 25 ventanas de la corona de la estatua no ofrecen unas espectaculares vistas de Manhattan, ya que está orientada hacia el océano Atlántico y Europa y no hacia Nueva York. Aun así, merece la pena acercarse a ver este espectacular monumento.
Cerca de la isla de la libertad se encuentra la Isla Ellis, que fue durante años la principal aduana de Estados Unidos, y que hoy alberga un museo dedicado a la inmigración.
Otra de las visitas obligadas en su viaje a Nueva York es Central Park, el parque más famoso del mundo. Aunque no es el parque urbano más grande de Estados Unidos es el más visitado, y no es para menos dado la gran cantidad de atractivos que esconde y de ser uno de los remansos de paz dentro del acelerado ritmo de toda la ciudad. Además de sus numerosos lagos artificiales, Central Park cuenta con dos pistas de patinaje sobre hielo, áreas de hierba donde podrá ver a los newyorkinos practicando toda clase de deportes y varios bonitos puentes en los que se han sido escenario de románticas escenas de películas.
Hablando de puentes, uno de los más famosos es el que une la isla de Manhattan con Brooklyn, y que es conocido como el Puente de Brooklyn. En funcionamiento desde 1883, es otro de los símbolos de la ciudad, una obra de arte de la ingeniería en el momento de su construcción, ya que fue la primera estructura que utilizó el acero como material principal.
Otro de los placeres que encontrará en sus viajes a Nueva York será pasear por sus características avenidas, llegar hasta Wall Street, el centro financiero mundial por excelencia, y descubrir los miles de mágicos rincones que parecen surgidos de la nada en medio de la ciudad.
Y si quiere tener un recuerdo inolvidable de la ciudad, no deje pasar la oportunidad de realizar un crucero turístico por los ríos Hudson y East, que le permitirá disfrutar del skyline de los rascacielos. Si puede, haga este paseo en barco al anochecer, de tal modo que podrá contemplar los grandes rascacielos de día y de noche, con su característica y espectacular iluminación.
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