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Todo lo que hay que ver en Londres, la ciudad que nunca duerme

De día o de noche, la capital de Inglaterra le descubrirá sus mil caras

Los viajes a Londres son una oportunidad única para conocer el centro de Inglaterra y su historia. La ciudad es un hervidero de vida, de luces y colores, de barrios, de museos, monumentos y edificios que hacen muy difícil decidir qué ver en Londres.

Uno de los lugares de imprescindible visita en cualquier viaje a Londres es el Palacio de Westminster, que hoy es la sede de las dos cámaras del Parlamente de Reino Unido –la Cámara de los Lores y la Cámara de los Comunes-. El edificio, que fue inicialmente residencia real, fue reconstruido en el siglo XIX tras un incendio que destruyó en 1834 gran parte de su estructura.

De ahí, el estilo neogótico tan característico del Palacio de Westminster. Su rica fachada está adornada con pináculos dorados y las estatuas de los reyes reflejándose en las aguas del río Támesis, en cuya orilla se ubica esta gran construcción. El Palacio de Westminster está flanqueado por la Torre Victoria –de 98,5 metros de altura-, por cuya puerta siempre entra el monarca inglés al Parlamento y en cuyo interior se encuentra una copia de todas las leyes que se han promulgado en el Parlamento desde el año 1497; y por la Torre del Reloj, comúnmente llamada Big Ben.

La Torre del Reloj es uno de los símbolos de la ciudad. Y, aunque erróneamente se la conoce como Big Ben, este término hace referencia a la mayor de las cuatro campanas que alberga en su interior –de 14 toneladas-. La torre es famosa por contar en sus cuatro caras con un impresionante reloj que es la máxima expresión de la puntualidad británica. De hecho, su capacidad de resistencia soporta toda clase de inclemencias del tiempo y siguió anunciando las horas incluso durante los bombardeos alemanes de la II Guerra Mundial.

No tendrá que andar mucho para llegar a otros de los símbolos de la ciudad, la Abadía de Westminster. Además de ser el templo más famoso que hay que ver en Londres, también es el más antiguo. En ella, se realizan las coronaciones reales y ha sido testigo, entre otros acontecimientos de la boda entre el príncipe Guillermo y Kate Middleton o los actos conmemorativos del 80 cumpleaños de la reina Isabel II.

Construida en el siglo XI, ha sufrido varias reconstrucciones a lo largo de los siglos, de ahí su mezcla de estilos, entre los que destaca el gótico de su pórtico, y las dos torres de la entrada principal que fueron construidas en el siglo XVIII. Dentro de sus muros se encuentran grandes ejemplos de la arquitectura medieval inglesa. Cuenta con una espectacular colección de tumbas y mausoleos dedicados a personajes destacados de la historia británica –entre ellos, los monarcas-. Si tiene la ocasión, no deje de visitar algunas de sus salas como Lady Chapel, una capilla en la que destacan su impresionante techo y la sillería del coro; el Rincón de los Poetas, en la que podrá visitar las tumbas de Rudyard Kipling, Charles Dickens o Samuel Johnson, entre otros grandes de la literatura inglesa; o el Trono San Eduardo, que data del siglo XI y que sigue siendo utilizado para las coronaciones reales.

Otro de los monumentos históricos que no puede dejar de visitar es la Torre de Londres. Esta fortificación, que tiene más de 1.000 años de historia, forma parte de la historia más oscuro de la ciudad, ya que durante años fue el lugar en el que eran encerrados todos aquellos que ofendían a la corona y al monarca. En este complejo destacan la Torre Blanca, que constituye el edificio central; el Palacio Medieval, en el que aún se conservan objetivos que muestran el lujo de la corona; o las Joyas de la Corana, la impresionante colección de coronas, espadas y cetros de los monarcas.

El Tower Bridge (Puente de la Torre) es otra de las grandes atracciones que tendrá que ver en Londres. Situado cerca de la Torre de Londres, es uno de los monumentos londinenses más fotografiados. Y no es para menos, ya que se trata de uno de los puentes que unen las dos orillas del río Támesis más bonitos, y el segundo que se construyó tras el Puente de Londres. Este puente levadizo cuenta con dos impresionantes torres de estilo victoriano, que podrá admirar mientras cruza de una orilla a otra.

Ya que se encuentra en la otra orilla del Támesis, aproveche la ocasión para ver The London Eye –El Ojo de Londres- una impresionante noria de 135 metros de altura –fue la noria más alta del mundo hasta 2006- que se ha convertido en otro de los símbolos de la ciudad. Desde alguna de sus 35 cabinas de cristal obtendrá unas vistas panorámicas de la ciudad inigualables.

Otro de los puntos de interés que no podrá dejar de visitar es el Palacio de Buckingham, residencia de la Familia Real Británica. Si puede, acérquese a verlo a la hora del cambio de guardia -11.30 horas todos los días de mayo hasta julio, y cada dos días el resto del año-, cuando podrá observar cómo los guardias que custodian la residencia oficial de Isabel II se relevan en una ceremonia a la que no le falta de nada, ni la banda de música.

El centro de Londres le mostrará otras muchas atracciones turísticas. Pasee desde Picadilly Circus hasta Trafalgar Square para disfrutar del ambiente londinense. En la primera plaza, podrá ver el espectáculo de luces y carteles publicitarios que querrán atraer su atención cada instante y la espectacular fuente de Eros. Más austero es el ambiente de Trafalgar Square, con la impresionante Columna de Nelson –construida en 1843 en honor del Almirante Nelson-, las estatuas de distintos personajes históricos y el edificio de la National Gallery y las bonitas fuentes que se iluminan cada anochecer.

Londres es también la ciudad de los museos, no deje de pasar la oportunidad de visitar algunos que le sorprenderán. Tanto la Tate Modern, el Museo Británico o el Museo de Historia Natural como los más emblemáticos, pero también hay otros más curiosos como el Museo de Sherlock Holmes o el Museo del Transporte de Londres que le contarán miles de curiosidades de la ciudad.

También deberá acercarse hasta la Catedral de San Pablo, con su imponente cúpula enmarcada entre sus reconocibles torres. Propiedad de la Iglesia Anglicana, se ha convertido en uno de los edificios religiosos más importantes de Inglaterra, y uno de los mayores edificios cristianos de Europa, ya que solo le supera en extensión la Catedral de San Pedro en el Vaticano.

Tampoco deje de pasear por algunos de los barrios más emblemáticos de la ciudad como Chelsea o Kensington, donde se encuentra Hyde Park, el parque más famoso de la ciudad, donde se encuentra el famoso Speakers’ Corner, donde podrá ver cómo la gente practica sus dotes oratorias.

Aquí no se acabará su visita a la ciudad, que aún cuenta con numerosas atracciones turísticas. En la ‘City’ como se conoce al distrito financiero podrá ver algunos de los rascacielos más impresionantes del país, que han definido el perfil de la ciudad.

Los viajes a Londres son también una oportunidad única para visitar otros puntos de interés del país, como el Castillo de Windsor o el monumento megalítico, famoso en el mundo entero, Stonehenge.