Bangkok
Tailandia es un país fascinante, y su capital no podía ser menos. Existen miles de cosas que ver en Bangkok, rincones insólitos para descubrir y costumbres locales que conocer. Y todo ello entremezclado con la trepidante vida de esta gran metrópoli.
Desde luego, una de las primeras cosas que hay que ver en Bangkok son sus templos. Y los hay a centenares. Aunque todos merecerían una visita, hay ciertos que no puede perderse. Por ejemplo, el Wat Pho, o templo de Buda Reclinado, conocido así por la estatua de buda, en esa posición, que contiene en su interior. Con sus 46 metros de largo y 15 metros de altura, se trata de la mayor representación de Buda en todo el país.
Y, por supuesto, no se puede perder el Palacio Real de Bangkok. A parte de la belleza monumental de este bello conjunto arquitectónico en su interior se encuentra una de las joyas que hay que ver en Bangok: el templo Wat Phra Kaew, en el que se encuentra el gran Buda de Esmeralda, una estatua de 45 centímetros de altura tallado en jade que se ha convertido en la representación de Buda más famosa, más venerada y más valiosa de Tailandia.
Desde el Palacio Real puede dirigirse hasta otro de los grandes templos de Bangkok, Tailandia: el Wat Arun. El Templo de la Aurora o del Amanecer, que es la traducción de su nombre, es el más famoso de Bangkok y también el más. Con sus 82 metros de altura es también el edificio de mayor altura de toda la ciudad. Su torre principal destaca sobre el resto de edificios, pero cuanto con otras cuatro que son también de una belleza sorprendente. De estilo jemer, el Wat Arun recuerda a los famosos templos de Camboya, con la diferencia de que todas sus torres están decoradas con porcelana china.
Otra estatua de Buda le dará la excusa perfecta para conocer Chinatown, el barrio chino de Bangkok. Allí se encuentra el templo Wat Trimit, que destaca porque en su interior se encuentra el Buda de Oro, de nada más y nada menos 5,5 toneladas de oro. Su guía le contará la interesante historia de esta estatua, pero para despertar su curiosidad le diremos que durante siglos se consideró que no tenía ninguna clase de valor. Imagínese la sorpresa que se llevaron al descubrir el material precioso del que estaba fabricada.
Además de pasear por los canales y las calles de esta ciudad, desde Bangkok tendrá la opción de realizar interesantes excursiones que no debe perderse. Visitar el mercado flotante de Damnoen Saduak será una experiencia que no olvidará, con sus cientos de puestos en típicas embarcaciones; o acercarse hasta Ayuthaya, la antigua capital de Siam, que le llevará conocer un poco más de la historia de este impresionante país; o pasar un completo día en Kanchanburi, ciudad en la que, entre otros atractivos, se encuentra el famoso puente sobre el río Kwai en el que se inspiró la película del mismo nombre.
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