El Ródano es uno de los grandes ríos franceses con más de 800 kilómetros de recorrido, desde su nacimiento en los Alpes suizos hasta su desembocadura en el Mediterráneo. Y si bien nuestro crucero fluvial no lo recorre en su totalidad, lo cierto es que si navega en su tramo más espectacular y amplio, el que va desde la gran ciudad de Lyon hasta su desembocadura en la región de la Provenza.

El itinerario que os proponemos en este crucero por el interior de Francia, empieza y termina en Lyon, la tercera ciudad del país y que sobre todo se tiene la oportunidad de descubrir al final el recorrido, cuando pone fin a su singladura el buque A-Rosa Stella que os habrá servido de medio de transporte, lugar de descanso y restaurante flotante durante 8 días.

Lyon es una urbe de fundación romana, y de hecho todavía se pueden visitar los vestigios que han llegado hasta nuestros días de la civilización latina, sobre todo su teatro que se encuentra en la hermosa Colina de Fourviere. No obstante, durante la visita que os proponemos a Lyon hay otros lugares de enorme interés y belleza repartidos por el Vieux Lyon, que es el barrio medieval y renacentista, y por la Croix Rousse donde se puede ver la importancia que tuvo en el pasado la industria de la seda.

Si Lyon es la tercera ciudad francesa, Marsella es la segunda, y con este crucero fluvial por el Ródano también hay oportunidad de visitarla, ya que se encuentra muy cerca de la desembocadura del río en el Mediterráneo. Así que hay que aprovechar este itinerario para descubrir el rico patrimonio de esta ciudad.

Aquí merece un paseo su Viejo Puerto marítimo como punto más bajo de la ciudad, y también hay que acudir al más alto, la Basílica de Notre Dame de la Garde. No es la única iglesia marsellesa de interés ya que hay que conocer la de Santa María la Mayor, que es un caso muy singular de fusión entre los artes románico y bizantino. Y además merecen una visita los palacios de Longchamp, la Bolsa o el Ayuntamiento.

El gran río del Ródano pasa por dos ciudades cargadas de historia y dignas de aparecer en cualquier circuito turístico por Francia. Os estamos hablando de Arlés y Avignon. La primera es conocida como la “ciudad de los artistas” y la segunda como la “ciudad de los Papas”. Pero ambas son más que eso.

En Arles, además de haber residido los talentos de Van Gogh o Gauguin, muchos siglos antes se establecieron los romanos que nos han legado un teatro clásico y un anfiteatro que actualmente se usa como plaza de toros. Y además en el corazón de callejas de la ciudad se abre una gran plaza con la iglesia de San Trófimo, uno de los templos románicos más atractivos de toda Francia.

Mientras que en Avignon, sin duda el Palacio de los Papas es su gran atracción debido a su espectacular arquitectura y al patrimonio que guarda en su interior. Pero la visita turística también ha de incluir otros monumentos como el Petit Palais, la Catedral o el famoso puente de Avignon que parcialmente sigue en pie sobre las aguas del Ródano, donde permanece amarrado nuestro buque durante las horas de visita a la ciudad.

Ya hemos visto que hacemos parada en grandes ciudades y en otras medianas, pero igualmente tienen cabida pequeñas poblaciones como la joya medieval de Viviers, o Port de Saint Louis, precisamente en el punto desembocadura del río. Concretamente Port de Saint Louis es un lugar ideal de entrada a uno de los espacios naturales más espectaculares que nos ofrece este crucero fluvial: la Camarga, una joya ecológica a la que acuden cientos de aves migratorias

Y aún hay más que visitar y contemplar como las Gargantas de Ardeche o la variedad de paisajes que van desde el Macizo Central en el entorno de Lyon hasta la región Provenza del sur de Francia.

¿No nos digas que no te apetece? En tan corta distancia es difícil encontrar tanta variedad de reclamos culturales y paisajísticos como los que ofrece este recorrido del crucero fluvial por el Ródano.